El Escapulario
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La fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo se celebra el 16 de julio. Para nuestra parroquia este día es una Solemnidad. Normalmente la hemos celebrado con una gran Misa seguida por un convivio. Este año, ésto no es posible. Sin embargo, las misas diarias de los días miércoles 15 de julio a las 5:30pm (bilingüe) y jueves 16 de julio a las 8:00am (inglés), usaremos las lecturas y oraciones de la fiesta del día. La asistencia dentro de la iglesia sigue limitada a 100 personas, así que aquellos que lleguen después de ese número podrán sentarse afuera y escuchar ahí la Misa, orar juntos y recibir la Sagrada Comunión.
También, el jueves 16 de julio a las 5:30pm, los sacerdotes de la parroquia impondrán el escapulario. Esto es solamente para aquellas personas que , (1) nunca se les ha impuesto el escapulario por un sacerdote o diácono, (2) han leído la información que se provee aquí abajo, y (3) se comprometen a cumplir los compromisos que se describen aquí abajo también.
El escapulario es un sacramental. Nuestra fe usa signos y símbolos que nos atraen más cerca a Dios. Jesús es el más grande signo del amor del Padre. No podemos ver a Dios, pero en Jesús, podemos ver, oír y tocar a Dios. Él uso signos como el agua, pan y vino. Él instituyó ciertos signos para darnos la gracia, y a ésos los llamamos Sacramentos.
A través de los siglos, la Iglesia ha instituido signos que llamamos sacramentales. Ellos no dan gracia por sí mismos, pero inspiran en nosotros la fe, la esperanza y el amor y de esa manera nos benefician. El Escapulario Café es uno de los sacramentales mas promovidos y apreciados.
El Papa Pío XII llegó a decir:
“El Escapulario es una práctica de piedad que por su sencillez es para todos y se ha popularizado ampliamente entre los fieles de Cristo para su beneficio espiritual”.
En tiempos más recientes, el Papa Paulo VI dijo:
“Dejemos que los fieles mantengan en gran estima las prácticas y devociones de la Santísima Virgen... el Rosario y el Escapulario del Carmelo”
y en otros lados se refiere al Escapulario como algo que fue
“altamente recomendado por nuestros ilustres predecesores”.
Tenemos la tradición de que María se le apareció a santo Domingo y le dijo: “Un día, a través del Rosario y del Escapulario, salvaré al mundo”. En su última aparición a Santa Bernadette, el 16 de julio de 1858, María se presentó como Nuestra Señora del Monte Carmelo. Y el 13 de octubre de 1917 ella se apareció a los niños de Fátima con el hábito de las Carmelitas.
Carmelitas
Unos ermitaños vivían en el Monte Carmelo en Tierra Santa, cerca del pozo de Elías. Se habían establecido como una orden religiosa en el siglo XIII. Su vida se caracterizaba por la pobreza y el trabajo diario, oír Misa todas las mañanas, silencio en las noches, y ayuno. Para fines del siglo XIII, la orden tenía casi 150 casas en todo Europa. Ellos eran conocidos como los Hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
San Simón Stock era de Inglaterra. Él hizo el peregrinaje a Tierra Santa y se unió a los Carmelitas. Después llegó a ser el Prior General de la Orden. La tradición cuenta que los Carmelitas eran oprimidos y Simón le pidió a María un signo de su favor. Ella se le apareció en una visión sosteniendo el Escapulario Café.
“Recibe, mi querido hijo, este escapulario de tu Orden; es un signo especial de mi favor que he obtenido para ti y para tus hijos de Monte Carmelo. Aquel que muera vestido con este hábito será preservado del fuego eterno. Es un distintivo de salvación, un escudo en tiempos de peligro, y una promesa de paz y protección”.
El escapulario, (del latín, scapula, que significa hombro, espalda) consiste en dos piezas de tela, que se lleva una sobre el pecho y la otra sobre la espalda, que están unidas por cuerdas que pasan sobre los hombros. En ciertas Órdenes, los monjes y las monjas usan como sus ropas externas, escapularios que van desde los hombros hasta casi el suelo.
La palabra escapulario es un tipo de vestido que los monjes usan cuando trabajan. Con el paso del tiempo, la gente empezó a hacerlo un símbolo de: la cruz que cargamos diariamente como discípulos y seguidores de Cristo.
En algunas órdenes religiosas, como los Carmelitas, el escapulario se convirtió en un signo de su manera de vivir. El escapulario café vino a simbolizar la dedicación de los Carmelitas a María, Madre de Dios, y a expresar su confianza en su protección maternal, así como el deseo de ser como ella en su entrega a Cristo y a los demás. Así llegó a ser un signo de María.
En la Edad Media muchos cristianos quisieron asociarse con las órdenes religiosas: Franciscanos, Dominicos, Agustinos y Carmelitas. Empezaron a surgir grupos de laicos asociados como confraternidades y hermandades.
Todas las órdenes religiosas quisieron darles a estos laicos un signo de afiliación y de participación en su espíritu y apostolado. Ese signo fue a mendo una parte de su hábito: una capa, un cordón, un escapulario.
Entre los Carmelitas, llegó el tiempo en que una versión pequeña del Escapulario fue aceptada como signo de pertenecer a la Orden y una expresión de su espiritualidad.
Promesas del Escapulario
María prometió a aquellos que murieran llevando un escapulario que no irían al infierno, pero no se debe de entender como una superstición. Por ejemplo, si yo decido robar un banco y llevar puesto el escapulario cuando lo hago, no significa que si me matan durante el robo del banco no iré al infierno. El escapulario se tiene que llevar con fe. Es un signo que busca la protección especial de María, poniéndonos bajo su manto. Como a otros sacramentales, los demonios le temen. Ayuda a que uno reciba los beneficios de la familia espiritual Carmelita.
Compromisos del Escapulario
Esos que desean se les imponga el escapulario están comprometiéndose públicamente a vivir fielmente como cristianos católicos, incluyendo la participación en los Sacramentos, la oración diaria, la práctica de las virtudes, y el servicio.
El escapulario café implica una devoción especial a María. Si decide recibir el escapulario, debería también decidirse a rezar el rosario diariamente, o al menos tres Ave Marías cada día.
La Santísima Virgen nos enseña:
Estar abiertos a Dios y a su voluntad (Anunciación)
Escuchar la Palabra de Dios y orar todo el tiempo;
Involucrarse con la gente, prestando atención a sus necesidades. (Visitación, Bodas de Caná)
Recibiendo el Escapulario
La primera vez que se recibe el escapulario, debe ser impuesto por un sacerdote o diácono. Cuando necesita reemplazarse (porque está gastado o viejo), se puede quemar o enterrar y obtener uno nuevo. Este nuevo escapulario debe ser bendecido por un miembro del clero pero no es necesario que sea impuesto de nuevo por un sacerdote o diácono.